Si echas un vistazo a los posts de mi blog, verás que te he ido dando diferentes tips para sea más fácil la elección de tu vestido de novia. Así podías elegir el tono de blanco más favorecedor a tu piel, rostro o color de cabello, o el escote, mangas, corte más adecuado según tu silueta y morfología, o el tejido más apropiado a la hechura de tu vestido de novia. También hemos hablado de los zapatos, tipos, tacones, colores, etc.
Ahora que ya tienes el vestido, te queda por decidir si vas a ser una novia con o sin velo.
En estos posts, voy a darte unos consejos e ideas que harán más fácil tu decisión. Si finalmente, decides darle una oportunidad, te ayudarán a elegir tu velo, que podrás personalizar y modernizar acorde a tu estilo.
Un vestido de novia es íntimo y personal para una mujer. Debe reflejar la personalidad y el estilo de la novia.
Carolina Herrera
Si tu vestido tiene personalidad propia, huyes de los estereotipos de princesa, palabra de honor, etc. y quieres lucir un peinado espectacular, compleméntalo con un tocado, broche, diadema o corona de flores, sustituirá al velo y estarás igualmente estupenda.
El velo es el complemento con mayor significado y más clásico de tu look nupcial y como tal, solo debe complementar, aportando un toque único, a la vez que especial al vestido, pero nunca debe robarle el protagonismo.
Generalizando, los velos largos, visualmente estilizan, alargan y minimizan las angulosidades del rostro, aptos para rostros redondo, cuadrados. Mientras que los cortos y con doble capa, aportan más volumen a la parte superior y son para novias de facciones alargadas.
En mi próximo post voy a explicarte los diferentes tipos de velos que puedes elegir para complementar tu look nupcial.
Mi misión es ayudar a parejas con un día a día estresante y sin tiempo para centrarse en su boda, a organizar y coordinar la boda elegante y atemporal que desean, aliviando así su estrés y consiguiendo que se sientan como invitados VIP de su gran día.