Organizar una boda, no es una tarea fácil. Tenéis poco tiempo, poca experiencia en organización de eventos, hay mucha logística, invitados que llegan desde diferentes partes del país, o incluso internacionales a los que hay que atender. En definitiva, muchas tareas a realizar.
Debéis planificar todo al mínimo detalle y con la suficiente antelación, compatibilizándolo con vuestras obligaciones familiares y laborales. Sois exigentes y queréis llevar las riendas de la organización, para que todo sea de vuestro agrado, y no os apetece nada tener una intrusa entrometiéndose y decidiendo por vosotros.
La planificación de vuestra boda es una labor muy bonita, cuando empezáis a no disfrutarla, perdéis la ilusión, la encontráis tediosa, estresante y veis que afecta a vuestra relación de pareja, haced un alto y preguntaos si igual es posible que necesitéis ayuda de un profesional
“Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga.”
Homero
Una de las cuestiones más importantes sobre la figura del Wedding Planner en nuestro país, ha sido el desconocimiento del trabajo que desarrolla.
Una profesión muy popular en Estados Unidos y Gran Bretaña desde hace muchos años, que apenas surge en España en el 2010, anteriormente existían con un modelo de negocio totalmente diferente al actual.
1-La incorporación de la mujer al mundo laboral.
2-El incremento de las bodas civiles.
3-El deseo de los novios de tener bodas diferentes y personalizadas, ceremonias íntimas, bonitas, de película. No quieren casarse en un juzgado, es tan frío… y si lo hacen, luego lo escenifican con un maestro de ceremonias, el día de la boda frente a sus invitados, en espacios singulares, especiales y diferentes.
Al ser una profesión poco conocida, su contratación se ha considerado como un gasto extra, o lujo en las bodas. Nada más lejos de la realidad actualmente.
No es un gasto superfluo que se puede ahorrar en el presupuesto de una boda, es una inversión más que se debe hacer, para que el resto de inversiones lleguen a buen puerto.
Con una Wedding Planner, los novios ahorrarán mucho tiempo. Ella rentabilizará y controlará escrupulosamente el presupuesto fijado por ellos, y negociará los mejores precios y condiciones con los proveedores.
Una Wedding planner es una asesora personal de los novios, les aconseja, les informa, les ayuda, calma sus nervios y miedos, se ocupa de planificar cada detalle y se adelanta a todos los escenarios posibles para prevenir eventuales problemas. Consigue que todo fluya.
Su misión consiste, en que la organización se convierta para la pareja en algo divertido, y agradable. Que los novios se relajen y disfruten tanto durante todo el proceso, como del día de su boda.
La ayuda de una Wedding Planer será la clave para que todo sea un éxito. No hay que considerarlo un gasto extra, sino que será la inversión más rentable que haréis en la organización de vuestra boda, y conseguirá que el resto de las inversiones funcionen correctamente.
Eso sí, cuando penséis en contratar vuestra Wedding Planner, debéis elegir cuidadosamente la profesional idónea para vosotros, la vuestra. Debéis sentir empatía y confianza, desde el primer momento, esta es la base fundamental para que todo el engranaje funcione y todo fluya correctamente. Si veis algo que no os acaba de convencer, seguid buscando, esa Wedding Planner no es la vuestra.
En el siguiente post os explicaré más detalladamente todas las funciones que realizará vuestra Wedding Planner para que podáis disfrutar plenamente de todo el proceso de organización y de vuestro gran día.
Mi misión es ayudar a parejas con un día a día estresante y sin tiempo para centrarse en su boda, a organizar y coordinar la boda elegante y atemporal que desean, aliviando así su estrés y consiguiendo que se sientan como invitados VIP de su gran día.