Ya hemos hablado del blanco como color tradicional de los actuales vestidos de novia.
El siguiente paso, es ver la transformación de los cortes, tejidos, larguras, etc. motivada por las diferentes influencias a las que ha estado sometido a través de las décadas.
Para crear debes ser consciente de las tradiciones, pero para mantener las tradiciones debes de crear algo nuevo. Carlos Fuentes
Exposición “A la gala de la buena novia” Museo Provincial del traje popular de Morón de Almazán – Soria
Vamos a empezar puntualizando, que la existencia de una prenda especial para el día de la boda es relativamente reciente. Ha habido muchos momentos en la historia, en los que no existía un atuendo especial para casarse, el vestido se reutilizaba. Las novias no se compraban un vestido nuevo para su boda, sino que elegían el mejor entre los que ya tenían.
Si nos remontamos a la cultura babilónica y asiria, muchas jóvenes eran vendidas en el “mercado de esposas” a sus futuros maridos y eran ataviadas con las mejores galas para que la venta tuviera más éxito.
En la época romana, las novias vestían túnica blanca, atada con un cordón de algodón y se tocaban con un manto color naranja azafrán.
En la Edad Media, el vestido de novia se convierte en un símbolo de riqueza. Los tintes, telas, detalles de brocados, terciopelos, sedas y pieles, significaban la riqueza, el poderío y la opulencia de la familia.
En el Renacimiento, son más recargados, las novias utilizaban sus mejores vestidos y los adornan con oro, joyas, brocados, igualmente para mostrar la riqueza familiar.
Y tras la época victoriana, en la que aparece el actual corte princesa y el blanco como color nupcial, pasamos a los alegres años 20. El vestido de novia evoluciona con la moda del momento. La ropa es más cómoda, desaparecen los corsés. Los vestidos son más cortos y las líneas más rectas, de corte tubular. Cobran mucha importancia los collares y tocados.
Vestidos inspiración años 20
Vía Pinterest
Rosa Clará Colección Gatsby
Los 30, son unos años entre dos guerras, hay una explosión de diseño. Tanto los vestidos, como los velos, son más sencillos.
En los 40, la moda se adapta también a los tiempos de guerra, todo es más austero. La calidad de los tejidos disminuye y ante la escasez de productos, las novias tienen que buscarse la vida, se casan con el uniforme, con vestidos prestados o incluso confeccionados con telas de cortinas o tapicería.
Y con los 50, regresa el esplendor, los modelos son más ostentosos. Dior recupera las grandes colas, novias veladas, guantes de seda. Vestidos largos y también a media pierna, cinturas muy marcadas, faldas voluminosas y vaporosas con cancanes y velos más cortos.
Vestidos inspiración años 50 – Vía Pinterest
En los 60 y 70 encontramos la influencia hippy, la minifalda, el bikini, el pantalón campana. Vestidos cortos y acampanados o largos sin velo, trajes de dos piezas, mangas tres cuartos. Se sustituye el velo por tocados de flores, pamelas o pelo suelto. En el 70, vemos los drapeados y el estilo boho-chic, muy de moda actualmente. Es en estas décadas, cuando empezamos a ver tiendas de novias, como Pronovias, Saint Patrick.
Vestidos inspiración años 60 – 70 Max Mara
Etsy
Y entramos en los 80, década marcada por los excesos. Vestidos pomposos y recargados, volantes, volúmenes, mangas farol, velos largos y grandes ramos. Un claro ejemplo es el vestido de Lady Di.
Para pasar a los 90, años de minimalismo, diseños sencillos, líneas puras y rectas. Los velos se alargan cobrando protagonismo y los ramos se acortan. Nos fijamos en este caso en Carolyn Bessette, con su vestido lencero diseñado por Narciso Rodríguez.
Años 80 y 90 Lady Di
Carolyn Bessette Fotógrafo Denis Reggie
Y ya en el siglo XXI, prima la diversidad y la personalización, cortos, largos, vintage, boho, románticos, modelos elegantes y sencillos, con encajes, espaldas espectaculares, etc.
Junto a las tiendas de novias, encontramos diseñadores de vestidos de novia que trabajan en sus ateliers, donde confeccionan modelos ad hoc, según el estilo y la personalidad de cada novia.
En mi próximo post te hablaré de los vestidos de novias en otras culturas. No te lo pierdas.
Mi misión es ayudar a parejas con un día a día estresante y sin tiempo para centrarse en su boda, a organizar y coordinar la boda elegante y atemporal que desean, aliviando así su estrés y consiguiendo que se sientan como invitados VIP de su gran día.