Una vez pasada la organización de la boda, y los nervios del gran día, llega lo más anhelado por los novios, su luna de miel. Una gran experiencia para la pareja, no ya solo por conocer otros lugares del mundo y pasar unas vacaciones de ensueño, sino porque es el comienzo de un proyecto en común y el inicio de una vida juntos.
«Un viaje se vive 3 veces: cuando lo soñamos, cuando lo vivimos y cuando lo recordamos»
Pero ¿A qué no sabes el significado de luna de miel? Pues, está más relacionado con el consumo de alimentos, que con los viajes. Si como lo oyes, así que voy a explicarte las tradiciones de diferentes culturas y cómo han evolucionado hasta llegar al significado actual.
La tradición romana, cuenta, que la madre de la novia dejaba una jarra de miel durante un mes en la habitación de los novios.
La miel representaba la fertilidad, era un reconstituyente, y ungüento de belleza para la novia. Es decir, un alimento, un producto de belleza para suavizar la piel y ayudaba a recargar energías, tras los encuentros sexuales.
En la tradición alemana, y por influencia de la mitología germana, todas las bodas debían celebrarse solo en luna llena, y la pareja debía beber licor de miel durante el mes siguiente a la boda, para asegurarse una vida dulce, y abundante descendencia.
En la cultura babilónica, el padre de la novia regalaba al novio, cerveza de miel para beber en la alcoba nupcial cada noche, durante un mes.
Al basarse el calendario babilónico en las fases lunares, a este período tras la boda se denominó “Luna de Miel”
Los celtas, aislaban a los novios durante 29 días, para que engendraran descendientes y prolongar así la especie.
La creencia general, era que la miel proporcionaba vigor y energía. Fortalecía a los novios, a los que alejaban durante un mes para que engendraran su primer hijo, ayudados de la miel y otros alimentos.
Fue ya en el siglo XIX, cuando la sociedad británica, comenzó a fomentar los viajes de la pareja, justo después de la boda, para visitar a los parientes que no habían podido asistir. Era más un viaje familiar, que unas vacaciones. Posteriormente, en el siglo XX, se extendió a América y Europa, y fue convirtiéndose en el viaje de novios actual.
Y ahora me diréis ¿Dónde podemos ir de viaje de novios?
Es muy complicado para mí, responder a esa pregunta, puesto que soy viajera empedernida y encuentro encanto en todos mis viajes, por muy diferentes que sean los países que visito.
En primer lugar, te tienes que plantear qué tipo de viaje quieres, turismo más urbanita y cercano, más intrépido y aventurero, más tranquilo y relajado en algún resort, más cultural, etc.
Tienes Europa, donde encontrarás ciudades y pueblos preciosos, las islas griegas, las playas italianas y croatas, una maravillosa Turquía, y ¿por qué no un viaje por España? Vivimos en un país precioso, que seguro no conocemos al cien por cien.
También puedes cruzar el charco, México, uno de los países más completos del mundo, Argentina y sus glaciares, Chile con su exuberante naturaleza, Costa Rica y sus parques nacionales, bosques y volcanes, Puerto Rico, Colombia, Ecuador, etc. Los parques nacionales de Estados Unidos, y sus ciudades, Nueva York, San Francisco, Chicago, Nueva Orleans, etc.
El encanto de los exóticos países asiáticos, Japón, Indonesia, Birmania, Camboya, India, Tibet, Sri Lanka, junto con las paradisíacas playas de Maldivas.
Safaris y aventura en los diferentes parques africanos.
Y ¿No te gustaría recorrer Nueva Zelanda en caravana?
Toda una variedad de lugares, todo un mundo por descubrir.
Y vosotros ¿Ya habéis elegido donde iréis de luna de miel?
Te espero en mi blog, no te pierdas mi próximo post.
Mi misión es ayudar a parejas con un día a día estresante y sin tiempo para centrarse en su boda, a organizar y coordinar la boda elegante y atemporal que desean, aliviando así su estrés y consiguiendo que se sientan como invitados VIP de su gran día.